Si dijéramos que el briefing de L'óreal nos ha encantado...no estaríamos del todo en lo cierto. La verdad es que nos ha dejado más fríos que el dedo meñique del pie izquierdo de Di Caprio en el Titanic; y esto no es porque haya sido un mal "brief" (porque la verdad es que la representante de la compañía fue clara, concisa, cercana y comprensiva durante toda la sesión, una actitud que es de agradecer) sino porque lo que nos piden es algo que ninguno nos esperábamos. Es realmente un gran reto que no estamos seguros de poder asimilar.
Participar en un "Creatividad en Vivo", llegar a la final y poder exponer tu proyecto delante de profesionales vinculados con la marca es algo muy especial, pero también es algo muy duro. El trabajo que has realizado durante seis meses culmina en 15 minutos de exposición, igual que el trabajo de un artista fallero es consumido por el fuego; la satisfacción es máxima, pero el camino para llegar allí no ha sido fácil.
Participar en el certamen otros años nos ha aportado cosas buenas pero también otras que no lo han sido tanto: realmente no prestas tanta atención como deberías a las asignaturas de la carrera, debes invertir muchísimo tiempo personal en todo ello y además debes tener muy claro cómo compaginar ambas cosas... por ello ahora la pregunta es ¿debemos volver a arriesgarnos?
El segundo acontecimiento del día, aunque no tan relevante, ha sido la comilona de torrijas patrocinada por Francisca que nos hemos pegado. Lo que fuera una simple broma de Lidia el año pasado pidiendo a nuestra querida abuela que nos preparara el delicioso manjar para el día del briefing de la ONCE, parece haberse convertido en una tradición que marcará la vida de nuestra agencia y que podemos bautizar como el "TorrijasDay". Lo que no hace falta decir es que esperamos con ansia que llegue el del año que viene.
Sin más buenas nuevas y con la indecisión presente en nuestra cabeza, nos despedimos una vez más.
¡Saludos jovenzuelos!
